Es una enfermedad que afecta a la pared de las arterias que se caracteriza por un aumento de espesor, cambios de estructura y aumento de la resistencia en las paredes arteriales. Todo esto debido a un aumento en los niveles normales de presión sanguínea.
Aunque no hay un valor preciso para determinar el límite entre el riesgo y la seguridad, se considera que una presión sistólica sostenida por encima de 139 mmHg o una presión diastólica sostenida mayor de 89 mmHg permiten desarrollar la enfermedad.
Es preciso señalar que la Hipertensión Arterial es una enfermedad asintomática y fácil de detectar; sin embargo, cursa con complicaciones graves y letales si no se trata a tiempo. Silenciosamente puede producir cambios en el flujo sanguíneo, a nivel macro y microvascular, causados a su vez por disfunción de la capa interna de los vasos sanguíneos y el remodelado de la pared de las arteriolas, que son las responsables de mantener el tono vascular periférico. Muchos de estos cambios anteceden en el tiempo a la elevación de la presión arterial y producen lesiones orgánicas específicas.
Es preciso señalar que la Hipertensión Arterial es una enfermedad asintomática y fácil de detectar; sin embargo, cursa con complicaciones graves y letales si no se trata a tiempo. Silenciosamente puede producir cambios en el flujo sanguíneo, a nivel macro y microvascular, causados a su vez por disfunción de la capa interna de los vasos sanguíneos y el remodelado de la pared de las arteriolas, que son las responsables de mantener el tono vascular periférico. Muchos de estos cambios anteceden en el tiempo a la elevación de la presión arterial y producen lesiones orgánicas específicas.
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